La marca artesana de calzado John Lobb es una de las más exclusivas del mundo. Ahora acaba de abrir una franquicia en Madrid. Un par a medida cuesta 3.500 euros
SIEMPRE se ha dicho que los zapatos son la prenda más importante del atuendo masculino, casi más que del femenino, donde el bolso les ha robado el protagonismo, y es verdad. Una persona bien vestida no es nada con unos zapatos inadecuados, descuidados, feos y de mala calidad. Bien lo saben los sastres de todo el mundo quienes, para no estropear su obra, aconsejan a los clientes ciertas marcas de zapatos como las de John Lobb, el artesano por excelencia del calzado a medida. Y es que John Lobb es al calzado lo que el Rolls Royce al mundo automovilístico.
Hasta ahora sólo en la tienda Santa Eulalia (Barcelona), tenían estos zapatos, además de en las tiendas Hermès, pero desde hace dos semanas en Madrid (Nuñez de Balboa 16) está la primera franquicia de John Lobb, gracias al esfuerzo de un grupo de jóvenes empresarios, capitaneados por Gregorio Fernández, muy metidos en el mundo de las marcas de lujo. «Madrid se merecía tener una tienda exclusiva con este tipo de zapatos, para que no haya que desplazarse a Londres o a París a comprarlos. Hicimos un estudio y vimos que la marca tenía muchos seguidores españoles, que los adquirían por puro placer, por refinamiento, al igual que hacen con ciertas marcas de relojes», asegura Gregorio Fernández.
John Lobb de Madrid ha sido decorada por un estudio francés de diseño perteneciente al grupo Hermès y, si bien el producto y la marca son de la firma del prestigioso grupo LVHM, la tienda es independiente, propiedad de Gregorio Fernández y sus socios.
Hasta ahora sólo en la tienda Santa Eulalia (Barcelona), tenían estos zapatos, además de en las tiendas Hermès, pero desde hace dos semanas en Madrid (Nuñez de Balboa 16) está la primera franquicia de John Lobb, gracias al esfuerzo de un grupo de jóvenes empresarios, capitaneados por Gregorio Fernández, muy metidos en el mundo de las marcas de lujo. «Madrid se merecía tener una tienda exclusiva con este tipo de zapatos, para que no haya que desplazarse a Londres o a París a comprarlos. Hicimos un estudio y vimos que la marca tenía muchos seguidores españoles, que los adquirían por puro placer, por refinamiento, al igual que hacen con ciertas marcas de relojes», asegura Gregorio Fernández.
John Lobb de Madrid ha sido decorada por un estudio francés de diseño perteneciente al grupo Hermès y, si bien el producto y la marca son de la firma del prestigioso grupo LVHM, la tienda es independiente, propiedad de Gregorio Fernández y sus socios.
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